Para aquellos que no puedan oirlo hoy, en la misma página web están grabadas las diferentes sesiones del programa ;)
Entrevistas a los creadores
Para aquellos que no puedan oirlo hoy, en la misma página web están grabadas las diferentes sesiones del programa ;)
Haz click AQUÍ para leer la entrevista, y dar una mirada al mundo de la literatura en Colombia.
Tomado de http://www.colombia.travel/es/turista-internacional/actividad/atracciones-turisticas-recomendadas-informes-especiales/cartagena-celebra-el-hay-festival-2009, portal de internet turístico colombiano, texto recuperado el 14 de Julio de 2009.*Orígenes del Hay Festival
El Hay Festival, celebrado en Colombia desde el año 2006, tiene su origen en la población Hay-on-Wye en Gales. El festival se originó allí en 1988 como un encuentro entre amigos para compartir y debatir sobre sus gustos en literatura y las artes, en general.
Desde 1996, esta fiesta literaria, calificada por el presidente estadounidense Bill Clinton como el Woodstock de la mente, se ha organizado a nivel mundial en países como España, Italia y Brasil.
De igual manera, aquellos fans de la ilustración de Sebastián pueden visitar la página en internet de la revista DAYDREAMING, donde en la edición de julio aparecen diferentes obras de Sebastián incluidas las ilustraciones de Épica Patética.
Esta revista está dedicada al desarrollo de la imagen creativa en todas sus modalidades.
"El libro tiene un lenguaje joven y fresco y se identifica realmente con los adolescentes de hoy, que son capaces de pensar en demandar a los ángeles, se la pasan metidos a Internet y ven CSI Las Vegas, pero cuando se trata de hablarle a una niña se quedan azules." (Tomado de la página en internet de la revista blog)
¡Señores y señoras, Sir Patatas del mundo y Juanitas, con gusto presentamos a Pedro Saboulad y a Sebastián Bages!: http://www.blog.com.co/noticias-actualidad/miedo-mundo-real/756.aspx
Un libro que me cambio la vida
Antes de irse de vacaciones a Isla Fuerte, en el Golfo de Morrosquillo, Maria Paz me regaló un libro. Angelitos Empantanados, de Andrés Caicedo. Era diciembre y yo me quedé solo, o bueno, ni tan solo, me fui con mi familia a una casa frente al mar, exactamente al otro lado del mismo golfo. Maria Paz tenía 15 años, yo tenía 17 y estábamos enamorados. Me la imaginaba sentada en la playa, al otro lado del mar. Me la imaginaba convertida en sirena que venía cada noche a visitarme. La señal del celular era un desastre, y para hablar con ella tenía que caminar una hora hasta el cementerio del pueblo, que quedaba en una colina, y pararme sobre la tumba más alta para coger buena señal. No fue el amor por las letras lo que me indujo a la lectura de Angelitos empantanados, sino la lejanía de Maria Paz.
El libro resultó ser una historia violenta de salsa, droga, marginalidad y juventud arrebatada. Me sorprendió que el subtítulo fuera “historias para jovencitos”. ¿Cómo era posible que una escritura tan feroz y osada estuviera destinada a jóvenes? Andrés Caicedo retaba todos los prejuicios sobre los límites del género. Lejos de ser una barrera, ese “para jovencitos” resultaba una señal de libertad, un manifiesto rebelde y fronterizo que obligaba a replantear la definición misma de literatura juvenil.
Andrés Caicedo se anticipaba a una era en la que los libros más leídos en el planeta serían Fight Club, Watchmen, El Señor de los Anillos y La saga de Crepúsculo. Pulp Fiction, Réquiem for a dream y Trainspotting estarían entre las películas más vistas. ¿Una era en la que los adolescentes leerían más que los adultos? Suena inverosímil, pero así sucedió. Basta con entrar hoy día a una librería, o a una biblioteca, para comprobarlo. Esta es una era de angelitos empantanados.
El libro que María Paz me regaló cuenta la historia de varios adolescentes del Liceo Belalcázar y está narrada desde el punto de vista de una juventud desbocada y escéptica que desdeña el mundo adulto, y que en vez de acoplarse a la sociedad, se desprende de ella y se lanza en picada, como un Kamikaze, para reventarse contra los prejuicios y los formalismos de sus padres. Miguel Ángel y Angelita, la pareja protagónica, están marcados por la opaca estrella de la decadencia y llegan al final del camino sin haberlo siquiera emprendido. Se pierden en las calles de Cali en un descenso paralelo al de Lucifer, el arcángel rebelde, al ser expulsado del cielo, tal como lo describe John Milton en su Paraíso Perdido. Angelita y Miguel Angel refulgen con su propio brillo oscuro y hubieran sido, ellos también, ángeles caídos, pero al ser adolescentes llegan apenas a angelitos empantanados. Andrés Caicedo se apropia del viejo mito, lo aterriza en la noche caleña y lo unta de droga y de salsa; lo suyo son angelitos empantanados viviendo sus vidas y encontrando sus muertes en pantanitos enangelados.
El mar que me separó de Maria Paz, no volvió a acercarme a ella. Los dos crecimos con otros amores. Ella se fue a vivir al otro lado del océano y yo me quedé aquí. Pero tal vez, algún día, en un café, o en una playa, en alguna parte nos sentaremos a conversar largamente sobre Andrés Caicedo y sus Angelitos Empantanados.
Esta comunidad publicó hace poco en su página una nota sobre el libro "Épica Patética" y han sabido aprovechar las ventajas que tienen los nuevos medios para instalar el audio de las entrevistas para que quienes deseen, puedan oir en palabras de los mismos creadores sus ideas sobre el libro. Para aquellos que quieran leerla, pueden visitar:
http://kinirokay.spaces.live.com/blog/cns!F4D1591634CDCE7F!1627.entry?wa=wsignin1.0&sa=49925131
¡Muchas gracias amigos de Kiniro'kay!